A partir de esta originalidad, existen beneficios para la preservación de este patrimonio. Como primera instancia es reconocer a nivel mundial la riqueza cultural de un país y su historia. Por otra parte México tiene en su gastronomía y en el turismo uno de sus puntos fuertes para la inversión y el desarrollo económico. A partir del nombramiento se ayuda al desarrollo cultural y turístico del país. También favorece para el desarrollo de medidas de salvaguarda para este tipo de patrimonio, que no está exento de tener problemáticas. Con esto, la sociedad y el gobierno invierten más atención para el desarrollo cultural y económico y mantener este distintivo y que el legado perdure.
Como todo patrimonio también cuenta con sus problemáticas, por ejemplo: la exportación masiva de nuestros productos, el ingreso de otro tipo de alimentos foráneos a nuestra canasta básica y que incluso pueden ser dañinos para nuestra salud. Los problemas ambientales también influyen, porque impactan en las cosechas y en la calidad de los alimentos. Por lo tanto, como mexicanos y sociedad en general tenemos la clave para perpetuar y salvaguardar nuestro patrimonio culinario. En primera instancia, saber bien nuestra historia, en este caso las raíces y el origen de nuestra comida, su fusión. Informarnos de la diversidad de la misma, las técnicas empleadas y ser activos realizando propuestas culturales que la promuevan responsablemente y por supuesto aprender las recetas y disfrutarlas.
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